Los juegos y actividades para niños y perros ayudan a reforzar el vínculo entre ambos, muy importante para fomentar una relación saludable y segura.
Es fundamental que perros y niños jueguen y realicen actividades rutinarias conjuntamente para ayudar a crear una relación de confianza y diversión entre ambos.
Me refiero a actividades como:
- Juego conjunto: fomenta el juego conjunto entre el perro y el niño. Puedes jugar juegos como buscar, lanzar la pelota o esconder objetos.
- Actividades conjuntas: sal a caminar o realiza actividades al aire libre con el perro y el niño.
- Refuerzo positivo: utiliza el refuerzo positivo para premiar al perro cuando se comporta bien con el niño. Esto puede incluir golosinas, elogios y caricias.
- Sesiones de entrenamiento: enseña al perro comandos básicos como sentarse, quedarse y acostarse. Esto ayuda a establecer la jerarquía en la relación entre el perro y el niño y promueve el respeto mutuo.
- Cuidado conjunto: enseña al niño cómo cuidar al perro, como cepillarlo o darle agua y comida. Esto puede fomentar el respeto y la responsabilidad en el niño.
- Rutinas conjuntas.
Si queremos que la relación entre nuestros niños y el perro sea equilibrada y segura, el juego y las actividades conjuntas no pueden faltar nunca en el día a día.
Cómo debe jugar un niño con un perro
Jugar con un perro puede ser una experiencia muy gratificante y beneficiosa para los niños.
Sin embargo, es importante que los niños entiendan cómo interactuar de manera segura y respetuosa con su perro.
Algunos consejos que puedes aplicar:
- Siempre supervisa: Un adulto debe estar presente para supervisar la interacción entre el niño y el perro. Esto es especialmente importante si el niño es muy joven o si el perro es grande y enérgico.
- Establecer límites claros: Enséñale a tu hijo cómo interactuar de manera segura con el perro. Explícale que el perro no debe ser agarrado o tocado de manera brusca, y que no se le debe molestar cuando está comiendo o durmiendo.
- Usar juguetes adecuados: Proporciona al niño juguetes seguros y apropiados para el perro. Los juguetes deben ser lo suficientemente fuertes para soportar la mordida de un perro y no deben ser tan pequeños que el perro pueda tragarlos accidentalmente.
- Evitar juegos bruscos: Los niños deben evitar juegos bruscos como empujar, golpear o saltar sobre el perro. Estos juegos pueden asustar al perro y llevar a una reacción agresiva.
- Enseñar comandos básicos: Enseña a tu hijo los comandos básicos como «siéntate» y «ven». Esto ayudará a que el niño controle al perro y evitará que el perro se emocione demasiado.
- Enfocarse en la diversión: La interacción entre un niño y un perro debe ser una experiencia divertida y positiva para ambos. Asegúrate de que el niño y el perro se diviertan juntos y que el perro no se sienta abrumado o estresado.
Recuerda, la seguridad es la prioridad número uno al interactuar con un perro.
Si tienes alguna preocupación acerca de la interacción entre tu hijo y tu perro, busca la ayuda de un entrenador profesional de perros o un veterinario.
Juegos y actividades para niños y perros
Algunas ideas de juegos y actividades que pueden disfrutar los perros y los niños juntos son:
- Juego de buscar: esconde un juguete o golosina para perros en un lugar visible y deja que el perro y el niño lo encuentren juntos.
- Juego de pelota: juega a lanzar y recuperar una pelota con el perro y el niño juntos. Asegúrate de que la pelota sea del tamaño adecuado para el perro.
- Paseos juntos: sal a caminar con el perro y el niño juntos. Deja que el niño lleve la correa bajo tu supervisión.
- Agility casero: crea un circuito de obstáculos casero usando cosas como conos, sillas, mantas, etc. y guía al perro y al niño a través del circuito juntos.
- Juego de arrastre: ata una cuerda o un juguete de arrastre a una vara y deja que el perro y el niño jueguen juntos a «tirar y soltar».
- Juego de escondite: esconde golosinas o juguetes por la casa o el jardín y deja que el perro y el niño los encuentren juntos.
- Juego de nombres: enséñale al niño los nombres de los juguetes y las golosinas del perro, y luego pídele que los nombre mientras el perro los recoge.
- Sesión de cariño: deja que el niño acaricie y cepille al perro bajo tu supervisión y guía.
No olvides supervisar las interacciones entre el perro y el niño y asegurarte de que tanto el perro como el niño estén cómodos y seguros en todo momento.
Algunos juegos a evitar entre niños y perros
Sobre todo en los juegos al aire libre, son muy comunes los juegos de lanzar piedras o palos.
En su lugar, es mejor llevarse un frisbee ya que los anteriores elementos pueden provocar lesiones en la boca y garganta del animal.
En aquellos casos donde haya un jardín con piscina por medio, no hay que quitar ojo de los juegos entre niños y perros.
Los casos de ahogamiento de perros o juegos bruscos de los niños pueden, sin querer, provocar el ahogamiento del animal.
Es muy fácil descansar en hamacas al tomar el sol y despistarse de lo que parecían juegos divertidos entre niños y perros.
Conclusión
Sin duda, jugar y realizar actividades conjuntas con un perro puede ser una experiencia muy beneficiosa para los niños.
Algunos de los muchos beneficios del juego conjunto entre niños y perros son:
- Fomenta la actividad física: Jugar con un perro puede ser una forma divertida y activa de hacer ejercicio. Los niños pueden correr, lanzar pelotas y jugar a perseguirse con el perro, lo que les ayuda a mantenerse activos y saludables.
- Promueve la socialización: Los niños que juegan con perros pueden aprender habilidades sociales importantes, como la empatía y la compasión. También pueden desarrollar habilidades de comunicación al interactuar con el perro y otros niños.
- Ayuda a reducir el estrés: Jugar con un perro puede ser una forma efectiva de reducir el estrés y la ansiedad en los niños. Los perros pueden proporcionar una sensación de calma y tranquilidad, lo que puede ser especialmente beneficioso para los niños que se sienten ansiosos o nerviosos.
- Aumenta la autoestima: Los niños que juegan con perros pueden sentir un sentido de logro y satisfacción cuando se divierten y se conectan con el perro. Esto puede ayudar a aumentar su autoestima y confianza.
- Enseña la responsabilidad: Jugar con un perro puede ayudar a los niños a aprender la responsabilidad al cuidar al perro, como alimentarlo, sacarlo a pasear y jugar con él de manera segura.
- Fomenta el aprendizaje: Jugar con un perro puede ser una forma divertida de aprender. Los niños pueden aprender sobre la ciencia detrás del comportamiento del perro, la biología del perro y la historia de los perros.
Nosotros no tenemos dudas: el mejor amigo que puede tener tu hijo es tu perro.