Perros para niños con autismo

El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la comunicación, la interacción social y el comportamiento de quienes lo padecen.

A medida que la comprensión sobre este trastorno ha crecido, también lo ha hecho el interés en las terapias complementarias que pueden mejorar la calidad de vida de las personas con autismo, especialmente de los niños.

Entre estas terapias, el papel de los perros como compañeros terapéuticos ha cobrado relevancia.

En su día, traté el tema en general de los beneficios de los perros en niños con necesidades especiales.

En este artículo, te explicaré cómo los perros pueden ser beneficiosos para los niños con autismo y cómo elegir el compañero canino adecuado.

Beneficios de los perros para niños con autismo

La terapia con perros para niños con autismo ha sido objeto de numerosos estudios científicos que respaldan sus beneficios.

Los beneficios más destacados de la convivencia de niños con autismo con perros son:

Compañerismo y conexión emocional

Los perros tienen una capacidad innata para brindar compañerismo y conexión emocional.

Para los niños con autismo, que a menudo enfrentan desafíos en la interacción social, la presencia de un perro puede ser reconfortante y ayudarles a sentirse más seguros y relajados en su entorno.

Un estudio publicado en «Anthrozoös» en 2013 encontró que los niños con autismo que participaron en un programa de terapia con perros mostraron mejoras significativas en la comunicación y la empatía hacia otros.

Otro estudio publicado en la revista «PLOS ONE» en 2014 encontró que los niños con autismo mostraban más interacción social, incluyendo más sonrisas y contacto visual, cuando se les proporcionaba un perro durante las sesiones de terapia.

Reducción del estrés y la ansiedad

Los perros pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad en los niños con autismo.

La interacción con un perro puede disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y aumentar la producción de oxitocina, conocida como la «hormona del amor», lo que contribuye a una sensación general de calma y bienestar.

Un estudio publicado en la revista «Psychoneuroendocrinology» en 2015 encontró que la presencia de un perro durante una tarea estresante disminuyó significativamente los niveles de cortisol en niños con autismo.

Estímulo sensorial

Los perros pueden proporcionar una variedad de estímulos sensoriales que son beneficiosos para los niños con autismo.

Desde acariciar su pelaje suave hasta escuchar el sonido de su respiración tranquila, la presencia de un perro puede ayudar a calmar los sentidos hiperactivos y brindar una experiencia sensorial reconfortante.

Un estudio publicado en «Frontiers in Psychology» en 2017 encontró que la interacción con perros terapéuticos mejoraba el estado de ánimo y reducía los comportamientos disruptivos en niños con autismo.

perros para niños con autismo

Fomento de la responsabilidad

Cuidar de un perro requiere responsabilidad y rutina, lo que puede ser especialmente beneficioso para los niños con autismo.

Al asumir tareas como alimentar, pasear y jugar con el perro, los niños pueden desarrollar habilidades de cuidado personal y autoorganización.

¿Cómo elegir el perro adecuado?

Al considerar la incorporación de un perro como compañero terapéutico para un niño con autismo, es importante tener en cuenta varios factores:

  • Temperamento del perro: Busca perros con temperamentos calmados y amigables. Los perros que son pacientes y tolerantes suelen ser ideales para interactuar con niños, especialmente aquellos con necesidades especiales.
  • Tamaño y energía: Considera el tamaño y la energía del perro en relación con las necesidades y preferencias del niño. Algunos niños pueden sentirse más cómodos con perros pequeños y tranquilos, mientras que otros pueden disfrutar de la energía y la actividad de perros más grandes.
  • Entrenamiento: Es importante que el perro esté bien entrenado y socializado. Busca perros que respondan bien a las señales verbales y no verbales y que estén acostumbrados a interactuar con niños.
  • Asesoramiento profesional: Consulta con un terapeuta ocupacional, un especialista en autismo o un adiestrador de perros con experiencia en terapia animal para obtener orientación sobre la mejor raza y el mejor perro individual para las necesidades específicas del niño.

Antes de introducir a un perro en tu familia, es importante que el niño se vaya familiarizando con el perro, incluso antes de conocerlo físicamente.

Hacerlo a través de cuentos es un fantástica opción, o bien a través de películas infantiles.

Y, para los padres, nada como leer una historia real. La de Henry es fantástica.

Conclusiones

Los perros pueden desempeñar un papel significativo en el apoyo emocional y el desarrollo social de los niños con autismo.

Su presencia ofrece una fuente de consuelo, compañerismo y estímulo sensorial que puede mejorar la calidad de vida de estos niños y sus familias.

Al elegir un perro como compañero terapéutico, es fundamental considerar el temperamento, el tamaño, el entrenamiento y buscar asesoramiento profesional para garantizar una experiencia positiva y beneficiosa para todos los involucrados.

Con el cuidado adecuado y el amor incondicional de un perro, los niños con autismo pueden encontrar un compañero leal y comprensivo que los acompañe en su viaje hacia el bienestar y la felicidad.

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