Mordeduras de perros en niños: estadísticas

Los últimos estudios pediátricos realizados en España respecto a las mordeduras de perros en niños arrojan interesantes datos a tener en cuenta.

Muy resumidamente, los datos recogidos por el área de Pediatría del Hospital Parc Taulí de Sabadell en el año 2021 serían los siguientes:

  • La mayoría de consultas pediátricas respecto a mordeduras de perros en niños fueron en menores de 6 años, y también fueron las más graves.
  • Un alto porcentaje de estas mordeduras se realizaron en la cara.
  • Aunque las lesiones producidas por mordeduras de perros en niños no fueron graves, más del 50% dejaron cicatriz permanente.
  • Un 10% de esas mordeduras requirieron puntos de sutura y hasta en un 5% hospitalización.
  • Solo un 28% de esas mordeduras a niños fueron provocadas por perros desconocidos, por ende, el 72% de las mordeduras fueron realizadas dentro del entorno familiar.
  • En más del 90% de los casos, los familiares afirmaron considerar al perro como «no agresivo» ignorando el por qué del ataque.

Es un hecho que algo estamos haciendo mal como familia cuando se siguen realizando estos ataques por parte de perros que conviven dentro del núcleo familiar.

Cómo evitar mordeduras de perros en niños

La clave para evitar mordeduras en niños dentro del núcleo familiar es la prevención.

Y para prevenir hay que tener en cuenta varios factores a considerar:

La educación del perro

Un perro bien educado, perfectamente socializado y con normas en casa es un perro más equilibrado y, por tanto, menos probable a que pueda morder.

Hay que educar al niño

Por muy pequeño que sea el niño, hay que ponerle límites en la interacción con el perro.

Un ejemplo claro es este:

mordeduras de perros en niños

Hay una clara invasión del espacio vital del perro, mientras éste está jugando con un muñeco.

Por un lado, puede desarrollarse una agresión por dolor (el niño puede dolerle en esa posición) o bien una agresión por posesión (miedo a que le quiten su juguete)

En este sentido, es fundamental poner siempre límites al niño dejando claro qué puede hacer y qué no cuando interactúa con el perro.

Cuándo puede molestarle y cuándo no debe nunca molestarle (cuando el perro come, cuando duerme, etc.)

Supervisión siempre cuando ambos estén juntos

Por mucha confianza que se tenga en el perro, jamás debe dejarse solo con un niño.

Cuando ambos estén juntos, debe siempre haber la supervisión de un adulto porque no sabemos cómo puede actuar un niño en esa interacción, y cómo puede reaccionar un perro.

Evitar factores estresantes en perros

Hay factores estresantes que debemos evitar a toda costa para conseguir que el perro sea equilibrado emocionalmente.

Por eso, estar bien socializado desde pequeño, tener claros los límites y normas en casa y tener su rutina de actividad física diaria son fundamentales para evitar incidentes.

Mordeduras de perros en niños: una asignatura pendiente en las familias

La mayoría de familias que adoptan un perro no se preocupan de tener conocimiento sobre su psicología.

En este sentido, conocer a fondo su lenguaje, cómo se comunica, qué necesidades tiene, etc., resulta una medida de prevención muy importante, sobre todo, cuando hay niños.

De esta forma, no solo nos avanzaremos a conocer si el perro puede o no morder en un momento dado, sino que educaremos al niño a que esa relación entre ambos sea equilibrada y armoniosa.

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