Seguridad alrededor de perros y niños

La seguridad alrededor de perros y niños es extremadamente importante, ya que los perros pueden ser animales maravillosos y leales, pero también pueden ser impredecibles y pueden causar lesiones graves.

Educar a los niños a interactuar con perros con total seguridad es fundamental para evitar incidentes que pueden acabar en el hospital.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, aproximadamente 4,5 millones de personas son mordidas por perros cada año en los Estados Unidos.

De esos 4,5 millones, alrededor de la mitad son niños menores de 14 años.

En cuanto al porcentaje específico de niños mordidos por perros, los datos varían según la fuente y el año de recopilación de la información.

Por ejemplo, un estudio realizado en el Reino Unido en 2019 encontró que el 76% de las personas mordidas por perros eran menores de 16 años, mientras que otro estudio realizado en los Estados Unidos en 2020 encontró que el 50% de las personas mordidas por perros eran menores de 14 años.

Sea como sea, como ves, la mayoría de víctimas son menores, por lo que esto indica que hace falta mucha educación por parte de los padres a la hora de que sus hijos se relacionen de forma sana con los perros.

Por qué los niños son las principales víctimas de ataques de perros

Hay varias razones por las cuales los niños son más propensos a ser víctimas de ataques de perros:

  1. Falta de conocimiento: Los niños no tienen la misma comprensión que los adultos sobre cómo interactuar con los perros. Pueden ser más propensos a molestar a un perro, acercarse demasiado a un perro desconocido o hacer cosas que pueden asustar o amenazar al perro.
  2. Tamaño y altura: Los niños son más pequeños que los adultos y, por lo tanto, están más cerca del nivel del suelo de los perros, lo que puede hacer que los perros los vean como presas potenciales o como una amenaza.
  3. Comportamiento impredecible: Los niños pueden ser impredecibles en su comportamiento, lo que puede ser confuso o amenazante para un perro. Incluso las acciones inocentes de un niño, como correr o gritar, pueden desencadenar una respuesta agresiva en un perro.
  4. Falta de supervisión: Los niños a menudo no son supervisados de cerca cuando están cerca de perros, lo que puede aumentar el riesgo de lesiones por mordeduras.
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En general, es importante que como padres enseñéis a vuestros hijos cómo interactuar de manera segura con los perros, superviséis de cerca todas las interacciones entre niños y perros y asegúréis de que los perros sean tratados con respeto y cuidado.

Seguridad alrededor de perros y niños: claves

Hay una serie de claves para crear espacios y situaciones seguras en el que perros y niños puedan relacionarse de forma equilibrada y sin incidentes.

Para ello, como padres, tenéis absolutamente toda la responsabilidad, tanto con el perro como con vuestros hijos.

Jamás debéis perder de vista estas claves.

Supervisión

Nunca dejes a los niños solos con un perro, especialmente si son jóvenes o si el perro es desconocido para ellos.

Siempre supervisa la interacción de los niños con el perro.

La supervisión de los padres es esencial para garantizar la seguridad de los niños alrededor de los perros.

Algunas formas en que los padres pueden supervisar a sus hijos al interactuar con los perros:

  1. Enseña a tus hijos sobre los perros: Enseña a tus hijos a respetar a los perros y cómo interactuar con ellos de manera segura. Los niños deben saber que no deben molestar a los perros mientras comen, duermen o cuidan a sus cachorros.
  2. Supervisa todas las interacciones: Supervisa de cerca todas las interacciones entre niños y perros, especialmente si el perro es desconocido para ellos. Estad atentos a las señales de incomodidad o agresión en el perro y retirad al niño si el perro muestra signos de incomodidad.
  3. Enseña a los niños a leer las señales corporales de los perros: Enseñad a vuestros hijos a reconocer las señales corporales de un perro que está asustado o agresivo, como el pelo erizado, los dientes al descubierto o el gruñido. Si un perro muestra estas señales, es importante que los niños se alejen lentamente y sin hacer ruido.
  4. No dejes a los niños solos con un perro: Nunca dejes a los niños solos con un perro, especialmente si son jóvenes o si el perro es desconocido para ellos.
  5. Asegúrate de que el perro esté educado: Asegúrate de que el perro esté educado y socializado antes de permitir que tus hijos interactúen con él.

En general, es importante que como padres os toméis en serio la supervisión de vuestros hijos alrededor de los perros.

Los perros pueden ser maravillosos compañeros, pero también pueden ser impredecibles y pueden causar lesiones graves.

Educación

Es importante educar a los niños sobre cómo interactuar con los perros de manera segura para evitar lesiones por mordeduras o arañazos.

Algunas formas en que como padres podéis educar a vuestros hijos para que se relacionen con los perros de manera segura:

  1. Enseñad a los niños a respetar a los perros: Los niños deben aprender a respetar a los perros y tratarlos con cuidado. Los niños deben comprender que los perros son animales y tienen necesidades y sentimientos como los seres humanos.
  2. Enseñad a los niños a leer las señales de un perro: Los padres deben enseñar a sus hijos a reconocer las señales corporales de los perros, como la cola que se mueve lentamente o los ojos cerrados, que indican que el perro está feliz y relajado. Por otro lado, deben enseñarles a reconocer las señales de incomodidad o agresión, como el pelo erizado, los dientes al descubierto o el gruñido.
  3. No molestar a los perros mientras comen o duermen: Los niños deben saber que no deben molestar a los perros mientras están comiendo o durmiendo. Los perros pueden sentirse amenazados y actuar agresivamente si se sienten perturbados.
  4. Acercarse a los perros de manera segura: Los niños deben acercarse a los perros de manera segura, con las manos a los lados y moviéndose lentamente. Nunca deben acercarse a un perro desconocido sin el permiso del dueño.
  5. No correr o gritar cerca de los perros: Los niños deben saber que no deben correr o gritar cerca de los perros, ya que esto puede asustarlos y hacer que actúen de manera agresiva.
  6. Nunca tirar de las orejas o cola del perro: Este acto es muy común. Los niños nunca deben tirar de las orejas o la cola de un perro, ya que esto puede ser doloroso para el animal y hacer que actúe de manera agresiva.
  7. No molestar a los perros con juguetes o comida: Los niños deben saber que no deben molestar a los perros con juguetes o comida, ya que esto puede hacer que actúen de manera agresiva.

La educación temprana puede ayudar a prevenir lesiones por mordeduras o arañazos y garantizar una relación armoniosa entre los niños y los perros.

Contacto

Educar a los niños sobre cómo tocar a un perro es una parte importante de la seguridad alrededor de los perros.

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Algunos consejos sobre cómo enseñar a los niños a tocar a un perro de manera segura:

  1. Enseña a los niños a acercarse al perro lentamente: Los niños deben acercarse al perro lentamente, con las manos a los lados y sin hacer ruido. Es importante que los niños no corran hacia el perro, ya que esto puede asustarlo.
  2. Pídeles que pidan permiso antes de tocar al perro: Los niños deben aprender a pedir permiso al dueño antes de tocar al perro. Si el dueño dice que está bien, los niños pueden acariciar al perro suavemente y lentamente.
  3. Enséñales a tocar al perro de manera suave y tranquila: Los niños deben aprender a tocar al perro suavemente y con calma. Los perros pueden sentirse incómodos si los niños los tocan con demasiada fuerza o agitación.
  4. No toques la cabeza del perro: Los niños deben saber que no deben tocar la cabeza del perro, ya que esto puede hacer que el perro se sienta amenazado. En su lugar, deben acariciar al perro en la espalda o en el cuello.
  5. Deja que el perro se acerque a ellos: Los niños deben aprender a dejar que el perro se acerque a ellos, en lugar de acercarse ellos mismos. Esto permite que el perro sienta más control en la situación y es menos probable que se sienta amenazado.
  6. Enséñales a leer las señales de incomodidad del perro: Los niños deben aprender a reconocer las señales de incomodidad o agresión en el perro, como el pelo erizado, los dientes al descubierto o el gruñido. Si un perro muestra estas señales, es importante que los niños se alejen lentamente y sin hacer ruido.

Los niños deben aprender desde bien pequeños a respetar a los perros y a reconocer sus señales de incomodidad para evitar lesiones por mordeduras o arañazos.

Espacio

Es muy importante que los niños aprendan a dar el espacio que el perro necesita.

Para ello es fundamental que aprendan a interpretar las señales del animal para que sepan cuándo parar esa interacción.

Los perros necesitan su propio espacio y no siempre están dispuestos a jugar o ser tocados.

Si el perro se aleja o muestra signos de incomodidad, es importante que los niños lo respeten y le den espacio.

Un claro signo de estrés e incomodidad es el bostezo.

Al igual que en los humanos, el bostezo en los perros puede ser un indicador de fatiga o aburrimiento, pero también puede ser un signo de ansiedad o incomodidad.

Cuando un perro está estresado, su cuerpo produce una hormona llamada cortisol, que puede aumentar la frecuencia del bostezo.

Los perros pueden bostezar cuando se sienten ansiosos o estresados debido a una variedad de factores, como estar en un entorno desconocido, estar rodeado de personas o perros desconocidos, o incluso como una respuesta a la tensión en una interacción con su adoptante o con otros animales.

Además del bostezo, otros signos de estrés en los perros pueden incluir lamidos excesivos, jadeo, inquietud, agacharse o mostrar una postura corporal tensa, y vocalizaciones como gruñidos o ladridos.

Es importante prestar atención a estos signos y tomar medidas para ayudar a calmar al perro y reducir su estrés.

Si tu perro muestra signos de estrés, lo mejor es darle espacio y tiempo para relajarse.

Aleja a los niños de su espacio vital, proporciona al perro un lugar tranquilo y seguro para que se retire, y reduce los estímulos que pueden estar causando el estrés.

Señales corporales de estrés

Este punto es muy importante.

Ya hemos comentado por encima algunas de las señales de estrés que podemos observar en un perro.

Es importante que la familia del perro aprenda a reconocer estas señales para poder intervenir y ayudar al perro a sentirse más cómodo y seguro.

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Algunas señales corporales de estrés en perros son:

  1. Postura corporal tensa: Un perro estresado o ansioso puede mantener una postura corporal tensa y rígida. Puede tener la cabeza y la cola baja, los hombros levantados y la espalda arqueada.
  2. Lenguaje corporal defensivo: Los perros estresados pueden adoptar un lenguaje corporal defensivo, como mostrar los dientes, gruñir o ladrar. Esto puede ser una señal de que el perro se siente incómodo o amenazado.
  3. Lamido excesivo: Los perros pueden lamerse excesivamente cuando están estresados o ansiosos. Esto puede incluir lamerse las patas, el estómago o la zona genital.
  4. Jadeo: El jadeo excesivo también puede ser una señal de estrés en los perros. Los perros pueden jadear cuando tienen calor o están cansados, pero también pueden jadear cuando están estresados o ansiosos.
  5. Movimientos repetitivos: Los perros estresados a menudo pueden hacer movimientos repetitivos, como dar vueltas o lamerse constantemente las patas. Perseguirse la cola es una señal clara de estrés.
  6. Evitar el contacto visual: Los perros con estrés pueden evitar el contacto visual con los humanos o con otros perros. Pueden apartar la mirada o girar la cabeza para evitar el contacto visual.
  7. Disminución del apetito: Los perros estresados pueden perder el interés en la comida o dejar de comer por completo.
  8. Inquietud: Los perros estresados pueden moverse constantemente, rascarse, agitarse o no poder quedarse quietos.

En general, es importante que los adoptantes de perros aprendan a leer las señales corporales de estrés en sus mascotas y se lo enseñen a los más pequeños de la casa.

Conclusión sobre la seguridad alrededor de perros y niños

Como ves, son sencillos pasos que pueden evitar incidentes en tus hijos.

La educación desde bien pequeños evitará problemas tanto con el perro miembro de la familia, como perros desconocidos.

Recordar que un perro solo atacará cuando se vea muy estresado, y no solo hablamos del posible estrés que pueda surgir con la interacción con el menor.

En muchas ocasiones los perros estresados lo están por falta de actividad física.

La falta de ejercicio, de paseos, de juegos, puede hacer que el exceso de energía que tiene el perro y que no se agota, la libere de forma agresiva.

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