5 mitos sobre perros y niños más comunes que no debes creer

Hoy quiero alertarte sobre los mitos sobre perros y niños más comunes que suelen escucharse y que no debes creer.

Los mitos son creencias o narrativas populares que se transmiten de generación en generación, a menudo sin fundamento científico o evidencia comprobable.

Los mitos pueden surgir en cualquier ámbito de la vida y abarcar una amplia gama de temas, desde la historia y la cultura hasta la ciencia y la naturaleza.

En el contexto de los perros y los niños, los mitos son afirmaciones o suposiciones incorrectas que se han difundido ampliamente y que pueden afectar la forma en que las personas interactúan y perciben la relación entre estos dos.

Estos mitos pueden basarse en estereotipos, generalizaciones erróneas o falta de información precisa.

Es importante tener en cuenta que los mitos no son realidades comprobadas y pueden llevar a malentendidos o comportamientos inadecuados.

Mitos sobre perros y niños más comunes

Es fundamental buscar información precisa y basada en evidencia cuando se trata de la interacción entre perros y niños para garantizar la seguridad y el bienestar de ambos.

Nunca te fíes de consejos de personas que no sean profesionales.

Aquí te dejo los 5 mitos sobre perros y niños más comunes que suelen creerse los adoptantes, sobre todo, los más novatos.

«Todos los perros son amigables con los niños»

Este es un mito peligroso, ya que no todos los perros son adecuados para estar cerca de los niños.

Algunas razas pueden tener tendencias más agresivas o pueden no tolerar bien las interacciones bruscas de los niños.

Es importante evaluar la personalidad y el temperamento individual del perro antes de permitir la interacción con los niños.

¿Significa esto que las razas que toleran mejor a los niños nunca les harán nada? Falso.

Igual que una raza poco tolerante con niños puede llevarse perfectamente con niños, una raza muy tolerante puede atacar en un momento dado a un niño.

Aquí, la clave está en la educación, la socialización y el equilibrio físico, mental y emocional del perro, y de la educación del niño.

mitos sobre perros y niños

«Los perros grandes son peligrosos para los niños»

El tamaño de un perro a priori no determina su nivel de peligrosidad.

Si bien es cierto que un perro grande tiene el potencial de causar más daño debido a su tamaño y fuerza, también hay perros pequeños que pueden mostrar comportamientos agresivos.

Es fundamental evaluar el temperamento y el entrenamiento de cualquier perro, independientemente de su tamaño.

De hecho, los perros más pequeños son lo que suelen atacar más a los niños, puesto que por su tamaño suelen sufrir mayores daños por parte de los niños: aplastamientos, trato brusco, etc.

Lo único que le queda al perro cuando siente miedo de ser lastimado es defenderse atacando.

«Los perros siempre toleran las travesuras de los niños»

Los perros tienen límites y no siempre toleran las interacciones bruscas o invasivas de los niños.

Tirar del pelo, jalar las orejas o molestar al perro mientras come pueden causar reacciones negativas, incluso en perros amigables.

Es importante enseñar a los niños a respetar los límites del perro y supervisar las interacciones para evitar accidentes.

«Los perros siempre protegerán a los niños»

Aunque algunos perros tienen un instinto protector hacia los miembros de su familia, no se puede asumir que todos los perros actuarán como guardianes de los niños.

La capacidad de protección de un perro depende de varios factores, como su entrenamiento, temperamento y experiencia previa.

No se debe confiar únicamente en el perro para la seguridad de los niños.

«Los perros y los niños siempre se llevan bien»

Si bien muchos perros y niños pueden tener una relación maravillosa, no siempre es el caso.

Algunos perros pueden sentirse incómodos o estresados con la presencia de niños, especialmente si no están acostumbrados a ellos o han tenido malas experiencias con ellos.

La supervisión adecuada y la educación tanto para los niños como para los perros son fundamentales para asegurar una interacción segura y positiva.

Conclusión

Recuerda que cada perro y cada niño son individuos, por lo que es esencial evaluar y adaptar las interacciones según las necesidades y personalidades de ambos.

La seguridad y el bienestar de todos los involucrados deben ser siempre la prioridad. Y la educación del perro pero también del niño son fundamentales.

¿Habías escuchado alguno de estos mitos?

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