Una de las prioridades cuando se adopta un perro cuando se tienen hijos, es enseñarles a educar a un perro.
En general, los perros y los niños pueden tener una relación estrecha sin inconvenientes.
Esto se debe a que la evolución de los perros durante los últimos años ha logrado enfocarse a la relación familiar, en las que se incluyen familias con niños y adolescentes.
De esta forma, tanto los niños como las mascotas han logrado crear un lazo estrecho de amistad.
Sin embargo, es indispensable que los niños conozcan cómo educar a un cachorro o perro.
Se debe tener en cuenta que no son juguetes, sino seres que requieren de cuidados y atenciones.
De tal modo, enseñar a sus hijos cómo educarlos forma parte de la crianza y del cuidado de una mascota.
Cuando se habla de “niño”, se trata de un individuo con edad inferior a los 13 años e incluso, se puede decir que pueden considerarse como aquellos menores de los 10 años y que no tienen la capacidad de educar a un perro sin ayuda de un adulto, por lo que será habitual que realicen actos que ocasionen problemas.
En este sentido, con una buena enseñanza por parte de los padres, todos podrán convivir sin ningún problema.
Los niños y los perros desconocidos
Tal y como sucede en muchas ocasiones con los niños de menor edad, relacionarse con personas que son desconocidos para ellos puede ser complejo, y es lo mismo que sucede con los perros.
Al ser bastante territoriales, estas mascotas valoran la cercanía cuando tienen un lazo con la persona, pero para algunos niños es muy simple solo acercarse a un perro que ven en la calle para abrazarlo, siendo uno de las principales causas de ataques de mordeduras.
Sin embargo, cuando se les educa correctamente a cómo actuar con sus mascotas, es más simple evitar cualquier altercado con mascotas que no pertenecen al entorno familiar.
Los niños son muy curiosos y al ver uno van a querer jugar y acercarse a ellos con inocencia sin saber el peligro que eso podría suponer.
Por supuesto, hay muchos perros en la calle que están con sus adoptantes que son muy amigables, pero es mejor siempre tener cuidado y eso se logra con educación y, por supuesto, la atención por parte de los padres.
Es necesario que los niños no miren a los ojos de manera directa a los perros, que no los toquen ni intenten abrazarlos.
Este es uno de los puntos más importantes a considerar en la educación de los niños.
Antes de acariciar a un perro desconocido, se le debe consultar al adoptante.
En el caso de que el adoptante no se encuentre presente en ese momento, bajo ninguna circunstancia debe acercarse a la mascota.
En el caso de que el adoptante acceda a que se toque el perro, ya que al conocer su carácter y temperamento sabrá si es tolerante a las caricias de extraños, el niño debe acercarse con cautela y colocar su mano sobre el perro, sin agitarla y permitiendo que el perro pueda olerla.
Si la mascota acepta la caricia sin problema al haber olido la mano del niño, puede deslizarla hacia los laterales de las orejas para acariciarlo.
Por último, nunca se debe correr hacia el perro ni ante su mirada, ni hacer ningún tipo de movimientos bruscos para evitar que el animal se asuste.
Educación casera para que un niño interactúe con un perro
Los perros son seres que tienen una inteligencia muy elevada pero, como todos, siempre existe un límite y hay cosas que no saben diferenciar.
Por ejemplo, no pueden determinar el motivo por el que un niño está tirando de sus orejas y nadie hace nada para detenerlo.
Es responsabilidad de los adoptantes educar a los niños desde el primer momento que la mascota llega a casa, y por eso es que es muy necesario hablarles de cómo educar a su propia mascota.
Cuando un perro recibe una educación adecuada que proviene desde los niños, la familia obtiene garantía de que no existirán problemas entre ellos.
Nota: Por otra parte, cuando un perro adoptado tiene tendencia a jugar de manera algo brusca o fuerte, así como morder consecutivamente, es importante que se les enseñe a los niños a que invite a la mascota a jugar con solo sus juguetes.
Solo así, se evitará que en el futuro muerda a otra persona.
Ventajas de tener un perro en casa para compartir con niños
Sin pensar demasiado, las mascotas siempre serán el compañero ideal de muchas personas, sin importar la edad que tengan.
Pero, también es importante que se tenga en consideración que estos animales requieren de una gran responsabilidad, pero a pesar de todo, los beneficios de tenerlos en casa los superan.
- Aportan seguridad a los niños:
Los perros no pueden dar órdenes, tampoco se enfadan y pueden demostrar cariño en muchos casos.
Por lo tanto, integrarlos en un círculo en donde haya niños mejora la seguridad y sensación de protección, lo que les permite estar seguros.
- Menos estrés:
De acuerdo con algunos estudios, se cree que acariciar a una mascota por unos cuantos minutos puede ayudar a reducir los niveles de cortisol en la sangre, la llamada hormona del estrés.
- Más aprendizaje:
Debido a que son mascotas que necesitan de cuidados, son excelentes para mostrar a los niños el sentido de aprendizaje y responsabilidad.
Es importante que siempre se inculque esto a los niños desde una temprana edad.
- Mejoran la autoestima:
La presencia de un perro en el hogar mejora la autoestima y amor incondicional hacia sí mismos y con sus mascotas.
- Menos agresividad:
Cuando un perro esta educado y es tranquilo puede mejorar el control que tiene con respecto a su temperamento, es algo similar a los que sucede con los niños hiperactivos.
- Relaciones más sanas:
Lo importante de las relaciones entre niños y perros es que ayudan a crear vínculos de afecto con otras mascotas o personas, permitiendo que sea más simple relacionarse en otros ambientes.
Consejos para enseñar a sus hijos en la crianza de un perro
Educar a un perro es una tarea que no solo debe realizarse un solo día, se necesita esfuerzo y dedicación porque son múltiples tareas que se deben realizar.
A continuación, te presentamos algunas recomendaciones que pueden ser útiles para enseñar a sus hijos a cómo hacerlo.
Normas de convivencia
Una de las primeras cosas que deben aprender los niños es a cumplir con las normas de casa respecto al perro.
Si en la familia se ha decidido que el perro tiene prohibido entrar en la cocina, subir al sofá o dormir en la cama de un humano, estas reglas deben cumplirse por parte de todos.
Esto son ejemplos, pero con normas también me refiero a las rutinas de salida a la calle, al horario de las comidas, al respeto al sueño del perro, etc.
Atención a la alimentación
Alimentar a un perro es una de las tareas que los hijos deben realizar, siendo una de las más principales de todas.
En la alimentación de la mascota se deben seguir algunas pautas, tales como respetar las cantidades adecuadas de acuerdo a su edad, tamaño y raza, por supuesto, siguiendo las instrucciones del médico veterinario.
El estómago de los perros no se encuentra apto para poder consumir los mismos alimentos de los seres humanos, por lo tanto, deben ser alimentos adecuados para su correcto y sano crecimiento.
No se debe olvidar que el agua es importante para poder mantenerlo hidratado, esto también favorece la digestión de los alimentos.
Para que los niños aprendan a que deben darle de comer al perro, se puede ajustar el horario entre la comida de los niños y la mascota, de forma que será mucho más simple que puedan asumir la responsabilidad de alimentar al perro.
Eso sí, siempre se debe alimentar al perro a las mismas horas y dejarle el cuenco tan solo 15 minutos a su alcance.
Respetar los gustos de cada mascota
Es importante que no se excedan en los premios.
Si bien es cierto que la educación de un perro puede ser más simple cuando se utiliza un método de motivación para seguir las reglas, es importante que esto se racione y no siempre se ofrezca comida como premio.
Una buena opción también puede ser acariciarlo o loarlo con palabras cariñosas.
Hacer ejercicio en compañía de la mascota
Los perros requieren de mínimo 2-3 paseos todos los días, esto es importante debido a que así pueden hacer sus necesidades y al mismo tiempo se ejercitan.
Los paseos son una buena opción para que compartan con toda la familia, pero es perfecto para que tanto el perro como los niños aprendan a cruzar la calle y se relacionen mejor con su entorno.
Aseo y salud
Este es uno de los puntos que mayor relevancia tiene en cuanto a la educación de los niños para que cuiden de su mascota.
Generalmente, los adoptantes son quienes se encargan de llevar al perro al veterinario, cumplir con sus cuidados de higiene, entre otros aspectos que abarcan este factor.
No obstante, también es posible incluir a los niños.
Dependiendo de cómo sea el pelaje del perro, la técnica de baño puede ser de una forma u otra, pero en cualquiera de los casos, los niños pueden ayudar a cepillar suavemente el pelo, aplicar el champú con precaución, y a eliminar el producto utilizando agua.
Además, también es importante informarles a los niños de las vacunas que sus mascotas necesitarán, ya que esto ayuda a que estén al tanto de las visitas al veterinario.
Nunca está de más, alertarles sobre la importancia de lavarse las manos tras jugar con el perro y no dejarse lamer por el perro, sobre todo, en la cara o boca, para prevenir posibles zoonosis.
Espacio vital
Sí, los perros, más que las personas necesitan su espacio vital y la mayoría de ellos no les gusta ser besados, achuchados ni molestados cuando duermen o comen.
Por tanto, una de las primeras cosas que se deben explicar a los hijos es tener en cuenta este punto que puede desembocar en una mordida.
Errores que deben evitarse al educar a un perro
En la educación canina existen diferentes formas de educar a un perro, pero en muchos casos se comenten errores que lo mejor es tratar de evitarlos.
Los niños no siempre tienen la capacidad de hacerlo adecuadamente, por lo tanto, la intervención de sus adoptantes es crucial para lograrlo de la mejor manera posible.
Educar a un perro desde el primer día que llega a casa
La educación inicia desde que es un cachorro, debido a que es la etapa crucial, en la cual se forma el desarrollo y comportamiento que tendrá el perro durante su adultez.
Por tal motivo, la educación temprana juega un papel fundamental, pero tampoco es correcto apresurarse.
Desde que el perro tiene dos meses de vida, se puede iniciar con recorridos a través de la casa y de asignarle un espacio donde pueda hacer sus necesidades, ya que aún es demasiado pequeño para salir a la calle.
Desde los 3 meses puede movilizarse los paseos hacia otra parte, pudiendo ser fácilmente zona cercana a la residencia donde pueda estar quieto, tumbarse y llegar en cuanto se le llame.
A partir de los 2 meses también se puede comenzar a mostrar todos los trucos que se quiera, como por ejemplo dar la pata, sentarse, quieto, entre otros.
Jamás cambies las normas
Se debe tener claro qué es lo que se quiere que el perro haga.
Si no quiere que duerma en la cama, entonces siempre se debe mantener esa postura.
Además, es importante que todos los integrantes de la familia sigan la misma línea de órdenes, para que el perro entienda bien la orden y no se confunda.
Para que el perro obedezca, las órdenes deben ser siempre claras para que la acción determinada pueda lograrse efectivamente.
Educar a un perro sin castigos
Cuando se implementa la educación, esta debe ser llevada a cabo sin castigos, lo esencial es que se aplique el refuerzo positivo.
Las buenas acciones pueden estar premiadas de caricias, elogios y golosinas.
En los casos donde el perro se comporte mal, se debe utilizar siempre un mismo comando. De esta manera podrá entender que sus actos no son correctos.
Los gritos, maltratos y agresiones no son permitidos durante la educación de un perro.
De hecho, son opciones que no deben ser discutibles, no tienen ningún efecto positivo e incluso, pueden tener repercusiones legales en muchos países.
Y lo que es peor, puede mermar la personalidad del perro, volviéndolo desconfiado, miedo e incluso agresivo con su familia.
¿Por qué es importante educar a un perro?
Los perros se caracterizan por ser el mejor amigo del hombre, son animales inteligentes y que les encantar interactuar con los seres humanos.
No obstante, esto siempre no sucede de esta manera con otros animales o personas, por lo que se debe aplicar acciones para fomentar relaciones exitosas con personas y mascotas fuera del círculo familiar.
Educar a un perro es importante porque:
- Lo ayuda a ser más equilibrado y se elimina el estrés.
- El perro será menos agresivo, será sociable con mayor facilidad y será obediente.
- Al entender las órdenes básicas, puede reforzarse la seguridad en sí mismo.
De esta forma, la educación canina es indispensable en cualquier hogar, pero involucrar a los más pequeños de la casa también es indispensable para lograr relaciones sociales exitosas.
Si quieres paso a paso aprender a cómo educar a los niños a interactuar con perros con total seguridad, te vendrá muy bien el ebook que escribí para este los padres y maestros de escuela.