Zoonosis en perros: cuidados en la familia

La zoonosis en perros es un tema preocupante en familias donde, sobre todo, se convive con niños.

La zoonosis es una palabra proveniente del inglés zoonosis, la cual hace referencia a la trasmisión de alguna enfermedad que pasa desde los animales al ser humano como, por ejemplo, el caso de parásitos, bacterias, virus e incluso hongos.

De igual forma, no todas las enfermedades que suelen estar entre las especies presentan la misma frecuencia, habiendo algunas que se propagan con mucha mayor rapidez y facilidad que otras. 

¿Cómo se produce el contagio de un perro a las personas?

La zoonosis en perros y humanos no se aplica a todas las que padecen los caninos ya que algunas son genéticas, de índole parasitaria o virus que solo pueden sobrevivir en sus organismos debido a sus características.

Por ejemplo, el parvovirus canino, u otras como la enfermedad del gusano en el corazón o dirofilariosis y el moquillo.

Sin embargo, ciertas especies de bacterias, parásitos, virus y hongos sí pueden llegar a transmitirse a las personas y desarrollarse en ellos por medio de mordeduras o arañazos.

Incluso por algo tan sencillo como tener un contacto directo o indirecto con las deposiciones sanitarias del perro, saliva o la caspa que desprenden.

La forma en que ocurre el contagio puede ser de forma directa en la que el animal que lleva la enfermedad la transfiere directamente a la persona.

También puede ocurrir a través de algún agente que sea intermediario entre ambos.

Generalmente las infecciones directas suelen darse a través de mordeduras o de la salivación que secreta el animal cuando está contaminada.

Normalmente, la mordedura es un factor determinante debido a que pueden transmitir enfermedades como la rabia.

No obstante, si la propagación de la enfermedad entre las especies se hace posible gracias a un agente intermediario, generalmente este solo actúa como medio de transporte sin que se vea afectado por las consecuencias.

Un ejemplo de esto último son las garrapatas, que suelen transmitir la llamada enfermedad de Lyme pero que no se ven afectadas por la misma.

Nota: Es por esta razón que los bebés, niños con menos de 5 años de edad, mujeres en embarazo y las personas cuyo sistema inmune se encuentre debilitado por alguna razón, deben tener especial cuidado.

zoonosis en perros

Se recomienda que se mantengan alejados debido a que son más susceptibles de contraer y crear el ambiente adecuado para el desarrollo de cualquiera de estas.

¿Qué hacer para prevenir la zoonosis en perros y humanos?

Es de suma importancia mantener un control veterinario del perro y, por eso, siempre es importante llevarlo regularmente a la consulta para que le realicen los exámenes rutinarios.

Estos verificarán que todo esté marchando de manera correcta con su salud. 

Además, ayudará a determinar si el perro es portador y padece de alguna enfermedad zoonótica.

De esta manera, podrás tomar las precauciones necesarias para proteger tu salud y la de tu familia, a la vez que aplicas el tratamiento adecuado para que tu mascota sane.

Algunas de las enfermedades zoonóticas más comunes a las que estamos expuestos, son:

Rabia

Se trata de un virus que se aloja en la saliva y ataca el sistema nervioso central del animal o persona que resulta infectada, causando encefalitis.

Esto puede llevar a una muerte casi segura. 

Si un animal salvaje o de la ciudad que se sepa que está infectado con este virus muerde al perro, es importante comunicarse de inmediato con el veterinario para obtener las instrucciones adecuadas a seguir para prevenir desastres.

Si el perro ya tiene la vacuna contra la rabia, es necesario aplicarle otra dosis para reforzar y renovar la protección.

En caso de no haber recibido la vacuna aún, lo más apropiado consiste en contactar con el servicio de control de animales, quienes te darán instrucciones adicionales de cómo manejar al animal mientras se presentan.

En caso de que una persona sea mordida por un animal que tiene el virus de la rabia o simplemente hay algún contacto con saliva infectada, debes acudir de manera inmediata a un centro médico donde recibirás la atención apropiada.

Leptospirosis

Los principales síntomas que dan indicios de presencia de la leptospirosis en los perros son cuando sufre de fiebre alta por períodos prolongados.

También insuficiencia renal aguda que se aprecia cuando orina muy poco o nada, e insuficiencia hepática aguda que se ve manifestada al adquirir las encías un color amarillento y con puntos rojizos y/o púrpura en ellas además de la piel.  

En estos casos hay que tener mucha precaución al manipular al animal para evitar un contagio.

Para ello lo mejor es utilizar guantes y se hace imprescindible acudir inmediatamente al veterinario para que le de instrucciones de cómo desinfectar tu hogar de manera rápida y segura, sobre todo, en las áreas en las que pudiera haber rastros de orina.

Es a través de la sangre y la orina del perro donde existe el mayor riesgo de contraer la infección.

Uncinarias y nematodos

Si tienes alguna sospecha de que tu perro está contaminado con parásitos intestinales, lo que procede es comunicarse cuanto antes con el veterinario.

Éste te indicará que tomes muestras frescas de sus heces para poder examinarlas.

Si el perro tiene un corral propio ubicado al aire libre, lo más probable es que pueda estar contaminado, por lo que lo mejor es cambiarlo de ubicación una vez que se haya desparasitado.

De esta forma, se evita que la contaminación sea persistente y continuada haciendo que se infecte nuevamente.

Es altamente recomendable que el corral se encuentre ubicado sobre hormigón con la finalidad de facilitar la limpieza del área.

Sarna sarcóptica

Para tratar un perro que esté diagnosticado con sarna sarcóptica hay que utilizar guantes y ducharse al terminar de tratarlo.

También deberás cambiarte inmediatamente de ropa y lavarla lo más pronto posible con detergente.

Nota: Resulta de extrema importancia descontaminar el ambiente de vivienda que compartes con tu perro recolectando todas las heces y desechándolas.

Para disminuir los riesgos de infección, lo mejor es evitar que el perro juegue o permanezca demasiado tiempo en el espacio donde hace sus necesidades.

Además, es importante separar estas áreas de otras donde lleva su vida diaria. 

Consejos generales para protegerse de zoonosis en perros

Hay algunos consejos y recomendaciones que podemos mencionar para que los adoptantes puedan considerar, con el objetivo de evitar el contagio de enfermedades zoonóticas.

Lugares certificados para adoptar

Para tener una garantía de la salud de quien será el nuevo miembro de su familia, lo mejor es acudir a lugares de acogida de animales que se encuentren certificados.

En esos sitios les hacen las pruebas necesarias, le aplican las vacunas y cuidados respectivos antes de ofrecerlos en adopción.

También es recomendable investigar la reputación antes de dirigirse a ellos.

Comportamiento del animal

Cuando vayas a adoptar un perro o gato como mascota debes observar su comportamiento.

Es común que los cachorros se muestren erráticos, que los gatos muestren síntomas como pérdida de pelaje o de forma equivalente o que las aves pierdan las plumas.

La diarrea es otro síntoma claro de que algo está afectando al animal. 

Cuidado con la rabia

Como mencionamos, la rabia es una enfermedad latente que requiere un tratamiento constante por lo que perros, gatos y hurones deben ser vacunados cada cierto tiempo. 

Esta enfermedad se transmite a través de la saliva, generalmente cuando se produce una mordedura. 

Desparasitación

Es muy recomendable que los cachorros sean desparasitados y examinados por el veterinario una vez al año.

Los parásitos que se alojan en los intestinos de los perros pueden causar obstrucción intestinal en los humanos, así como dolores fuertes y vómitos.

Para ello puedes suministrar una píldora mensual que hace que se mantengan libres de pulgas y garrapatas y de otras infecciones.

Animales salvajes de la calle

Los animalitos que suelen encontrarse libres en las calles o en el campo son agentes con mayores probabilidades de ser portadores de dolencias que pueden afectar a los adoptantes o personas en general.

Esto se debe a que nadie se encarga de proporcionarle los cuidados preventivos para evitar las bacterias, siendo más probable que puedan infectar a las personas. 

Es importante estar alerta cuando un animal de estos tiene un comportamiento dócil.

Puede ser indicio que tiene alguna afección, ya que regularmente los animales salvajes suelen tener comportamientos más agresivos para protegerse del medio ambiente.

Limpieza correcta

Para eliminar las deposiciones de las mascotas es extremadamente importante asegurarse de no tocar con las manos las heces y orina, debido a que son portadores de bacterias.

Hay que eliminarlas lo antes posible antes que proliferen en ellas colonias de bacterias y gusanos.

En ese sentido, se puede utilizar un cepillo y una palita exclusivamente dedicados a esta labor.

También puedes utilizar guantes desechables como protección adicional. 

Deberás evitar que los perros, y sobre todo los gatos, hagan sus necesidades en areneros de áreas de juegos o en playas.

Evita el contacto directo con la lengua de tu mascota 

Muchas personas tienen la costumbre de dejar que las mascotas pasen sus lenguas por sus labios.

Esto puede transmitirle la rabia o el llamado arañazo de gato, que es una infección producida por la bacteria Bartonella henselae que se aloja en las heces de las pulgas.

Los síntomas que presenta esta enfermedad es inflamación en los nódulos linfáticos y fiebre.

Si tienes esos síntomas, deberás acudir al médico.

Es muy importante evitar que los animales laman las heridas abiertas, ya que sus hocicos suelen ser hábitats de bacterias de diversas clases que pueden generar complicaciones de salud de diversa índole, llegando a complicar de manera grave su salud si esta ya se encontraba comprometida de antemano.

Granjas de contacto

Resulta una idea muy tentadora y llamativa asistir de paseo a una de las llamadas granjas educativas que ofrecen contacto con animales para que los niños vivan una experiencia única junto a vacas lecheras o corderos.

Sin embargo, estos animales de granja suelen ser fuentes de infecciones como las originadas por la E. Coli, que se encuentra presente en vacas, cerdos y, en general, los animales de granja.

En caso de asistir es importante que se mantenga una higiene absoluta en las manos tras haber estado en contacto.

Se debe usar abundante agua y jabón.

De igual manera, debes observar muy de cerca el comportamiento de los niños pequeños y cuidar lo que tocan.

Garrapatas

Son parásitos que suelen ser portadores de diferentes enfermedades que pueden llegar a transmitirlas a través de su mordida.

Por ello es recomendable que cuando te encuentres caminando por lugares donde hay hierbas altas o en zonas boscosas utilices pantalones largos que te cubran completamente las piernas. 

Si llevas un animal de compañía, deberás revisarlo cuidadosamente antes de entrar en la vivienda para verificar que no haya traído consigo alguna garrapata.

En caso de que tenga, puedes eliminarlos con calor y proporcionando un ambiente seco.

Por otro lado, tras las caminatas por el campo se recomienda colocar al sol la ropa que utilizaste durante un período de por lo menos 30 minutos.

Resulta conveniente también tomar una ducha con un agente exfoliante como piedra pómez o un paño adecuado para eliminar las garrapatas que puedan pasar inadvertidas. 

Nota: Si encuentras alguna en tu cuerpo, puedes retirarlas con ayuda de una pinza, pero lo mejor es asistir a un médico debido al riesgo de que quede parte de ella dentro de su piel.

El especialista sabrá cómo retirarla correctamente.

Un indicio de presencia de garrapatas es la aparición de erupciones circulares, sobre todo, en los meses de verano que derivan en síntomas similares a los que muestra la gripe común.

¿Las personas también pueden contagiar a los perros? 

Resulta que también podemos contagiar a los animalitos que nos acompañan en nuestro día a día. 

El Staphylococcus aureus es una bacteria resistente a la meticilina (MSRA) del que el humano es portador y puede transmitirla a los animales en el proceso que es llamado enfermedad zoonótica invertida, pudiendo también transmitirse de nuevo del animal a otra persona.

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