Bien sea en la calle, dentro de la vivienda de algún amigo o en tu propio hogar, una mordedura de perro siempre debe tener un cuidado especial.
No importa el tamaño del perro o de la herida, un mordisco siempre debe ser tratado correctamente, debido a que de no hacerlo de acuerdo a las medidas necesarias puede infectarse e incluso pueden crearse graves complicaciones.
Sobre todo, si la mascota involucrada no cuenta con sus respectivas vacunas.
¿Por qué los perros muerden y cómo controlar que suceda?
Desde la etapa en la que los perros son cachorros, la educación es un factor sumamente fundamental en su vida.
Se trata de un proceso que influye enormemente en su desarrollo, crecimiento y con quienes le rodean.
De igual manera, en las mascotas también son necesarias las reglas y que se establezcan límites desde pequeños, de forma que puedan empezar a convivir bajo unas normas familiares.
Así, es más simple que eviten comportamientos no deseados con el tiempo.
Pero, ¿qué es una buena educación para un perro?
Tal y como sucede en los niños, nunca se debe ser demasiado estricto o permisivo.
Lo mejor es que se envíen los mensajes de una manera mucho más positiva, debido a que esto facilitará la recepción del mismo.
Esto no quiere decir que sea necesario controlar y corregir cada uno de sus comportamientos ni que se castigue y mucho menos que se tenga que llegar a la agresión física para lograr los cambios.
Usando la agresividad física o normal lo único que conseguiremos es que el perro sea más agresivo y tienda más a morder.
Para educar a un perro lo mejor es hacerlo de una manera mucho más respetuosa y cariñosa, nunca debe ser realizado de la manera contraria.
No obstante, no solo una buena educación es necesaria, sino que también son requeridos algunos otros factores que pueden ayudar a evitar que se desencadene un episodio agresivo en la mascota.
Los adoptantes son una de las causas principales
Muchas veces los perros expresan sus sentimientos de formas muy variadas y como adoptantes es importante que se aprendan a identificar y entender cada uno de ellos.
Esto se debe a que, con frecuencia, se juzga incorrectamente a la mascota cuando lo que necesita o demanda es simplemente un poco de atención.
Los gruñidos, ladridos o mover su cola apresuradamente son una señal de que necesitan ser atendidos o que algo no le parece correcto.
En general, este tipo de señales son las más habituales cuando el perro está previo a atacar.
Está jugando
Los perros no saben controlar su fuerza correctamente cuando están buscando demostrar cariño a los integrantes de su familia.
Por esta razón, en ocasiones pueden ser más bruscos de lo esperado sin tener la verdadera intención de causar daño.
Si es un cachorro es común que no sepa cómo controlar su fuerza, una actitud típica que se presenta en ellos cuando apenas están comenzando a presenciar la salida de los dientes.
Tienen ansiedad
Los perros también pueden sufrir de casos de ansiedad, una sensación donde se sienten acorralados, por lo que la tendencia que más utilizan es el ataque.
Por este motivo, es indispensable evitar que el perro se sienta acosado o sea molestado.
Para ello, se pueden realizar algunos cambios en su rutina que ayuden a aliviar los niveles de estrés.
Una de las causas más comunes que provocan mucho estrés en perros es la falta de ejercicio físico.
Están manifestando una rabieta o están enfadados
Por lo general, un perro siempre se encarga de ofrecer múltiples señales para indicarle al adoptante o cualquier persona que no se siente bien o tranquilo.
Cuando el momento en que se agotan las señales y sus peticiones de que lo dejen tranquilo ha llegado, el perro puede manifestar una rabieta, sin importar si tiene niños a su alrededor, entre otras personas.
Está enfermo o tiene molestias
Muchos perros pueden llegar a manifestar el malestar que siente su cuerpo cuando están enfermos.
En ocasiones, el dolor y las molestias se manifiestan si el perro se coloca a la defensiva y puede gruñir e incluso morder a las personas que se le acerquen.
Es por ello que es indispensable estar al tanto de cualquier molestia, como posible presencia de infecciones, trastornos hormonales, entre otros.
¿Qué hacer después de una mordedura de perro?
Posterior a una mordedura de perro es importante tener en cuenta lo siguiente para manejar la situación de la mejor manera posible.:
- Mantener la calma:
Comenzar por mantenerse tranquilo es una de las mejores herramientas frente a una mordedura de perro.
Mientras la persona que ha sido mordida no intenta abalanzarse hacia el perro o intenta correr, lo más probable es que el animal opte por alejarse de la escena y su nivel de estrés disminuya considerablemente.
- Busca un etólogo o educador canino:
Si el perro es tu mascota, entonces lo mejor es que busques ayuda de un educador canino o etólogo.
Es posible que tu mascota esté manifestando algunos problemas de ira o que el verdadero inconveniente este dentro del entorno del perro.
En ese sentido, el adiestrador profesional será el encargado de buscar todas las respuestas para dar lugar a una solución efectiva.
Los educadores caninos tienen la capacidad de ayudar a eliminar este tipo de comportamientos en un perro.
Sobre todo, cuando se trabaja en conjunto con la familia y entonces se disminuyen considerablemente las posibles agresiones.
Es común que en ocasiones se escuchen a adoptantes decir que su perro los ha mordido, pero no ven más allá que un comportamiento agresivo.
Existe una serie de factores que pueden estar ocasionando este problema y, en caso de no ser evaluado y tratado como debe ser, se puede convertir en un riesgo de gran magnitud.
- Trato incorrecto:
En la mayoría de los casos los niveles de estrés se reflejan en los perros por la presencia de niños no educados correctamente, esto quiere decir que intentan pellizcar o patear al perro, por lo que el animal activa un mecanismo de defensa donde busca protegerse a sí mismo.
Por lo tanto, termina mordiendo.
Sin embargo, es indispensable aclarar que no en todos los casos sucede de igual forma, sino que es posible que se deba a problemas de salud, como se mencionó anteriormente.
Nota: Los perros no son animales que buscan morder por simple placer.
En general, los adoptantes deben comprender que los perros son mascotas que siempre dan señales anticipadas a sus actos, por lo que es posible que esté emitiéndolas por algún problema, y finalmente la mordida es el único medio de comunicación que pueden utilizar para ser escuchados, aunque suele ser uno de los medios que mayor malentendido puede ocasionar.
Además, cuando los perros comienzan a morder sin ningún motivo aparente, esto puede deberse a que su adoptante no se tomó en serio su educación desde que era un cachorro.
Cuidados médicos para una mordedura de perro
Tras una mordedura por parte de un perro, es crucial que siempre se sigan todas las instrucciones de su médico para evitar infecciones peligrosas.
Entre los cuidados médicos generales para una mordedura están:
- Lavarse la herida transcurridas 24 horas de la primera cura médica, debe ser con agua limpia y no debes frotar la herida ni mojarla. Se utiliza agua oxigenada que no contenga alcohol, debido a que esto solo puede retrasar su sanación.
- Cubrirla con una pequeña capa de pomada cicatrizante y con una venda que no sea adherente.
- Se puede aplicar vaselina sobre la venda o cambiársela de ser necesario.
- Si tu médico se ha encargado de cerrar la herida, puedes cubrirla con una pequeña bolsa de plástico para evitar que se moje mientras te duchas.
- En caso de que le hayan dado suturas, no te alarmes si se observa un poco de enrojecimiento e hinchazón en la zona, es algo totalmente normal. En caso de que la herida comience a picar o irritarse, no debes frotarte ni rascarte bajo ninguna circunstancia.
- Puedes consultarle a tu médico si es posible tomar algún tipo de analgésico o medicamento que ayuden a contrarrestar el dolor. Por lo general los más utilizados son el ibuprofeno o el acetaminofén.
- No debes tomar dos analgésicos consecutivamente. La dosis indicada siempre será proporcionada por el profesional de la salud, debido a que tomar más de lo indicado puede generar reacciones peligrosas para tu cuerpo.
En caso de que la mordedura sea por parte de un perro con rabia o exista el riesgo de ello, lo más probable es que te sean proporcionadas una serie de vacunas a lo largo de toda una semana que ayuden a prevenir la rabia.
Tu médico será el encargado de indicarte dónde y cuándo se le proporcionarán las vacunas hasta que logres el ciclo completo correspondiente.
También es posible que le deban administrar una vacuna antitetánica si no se la han suministrado a lo largo de 5 años.
Si tu médico se encargó de recetarte algún tipo de antibióticos, asegúrate de tomarlos de acuerdo a como se estipula la receta.
Es importante seguir las indicaciones perfectamente.
¿Qué hacer si el perro de alguien te muerde?
En el caso de que el perro de otra persona te muerda, debes saber que toda la responsabilidad siempre caerá sobre el adoptante por los actos y las consecuencias que puedan generarse por su mascota.
Si un perro muerde o ataca, entonces es el adoptante quien debe dar la cara en la mayoría de ocasiones.
Siempre y cuando se cumpla la normativa se deberán cumplir las reglas y sanciones, aunque pueden existir algún tipo de excepciones.
Como persona agredida siempre tendrás el derecho de denunciar el acto y solicitar una compensación para costear todo lo referente con lesiones físicas y las consecuencias psicológicas que manifiestes posterior al inconveniente.
Para que se demuestre que el suceso ocurre tal y como la persona agredida lo dice es necesario que se crea un informe médico que respalde la versión de la víctima en todo momento.
Cuando el perro no tiene todas las condiciones adecuadas como lo son su cartilla de vacunas al día, el microchip de identificación, o no se mantienen correctamente sujeto de la correa o el arnés o si es un perro de raza potencialmente peligrosa, es posible que la sanción aumente considerablemente.
Es obligatorio que el adoptante del perro tenga un seguro de responsabilidad civil, de forma que pueda hacerse cargo de todos los inconvenientes que puede causar su perro.
Este seguro es totalmente independiente de la edad del perro o su raza, pero es obligatorio y necesario.
Tipos de infracciones
Las infracciones se categorizan de acuerdo al grado de la lesión, leves, graves o muy graves.
En el caso de que se consideren muy graves es porque un perro fue abandonado, fue vendido de manera ilegal o fue adiestrado para que fuera un perro agresivo.
Este tipo de infracciones deben ser estudiadas con mucho cuidado y detenimiento, pero pueden establecerse multas que oscilan los siguientes precios:
- Infracciones leves: La cuantía de este tipo de infracciones puede alcanzar hasta los 600 euros.
- Infracciones graves: Pueden establecerse entre los 600 a los 3.000 euros.
- Infracciones muy graves: Desde los 3.000 hasta los 100.000 euros.
Sin embargo, a todas estas infracciones se les debe sumar la responsabilidad civil de la persona de hacerse cargo de todos los daños que pudiesen generarse.
En la gran mayoría de las veces, como se explicó anteriormente, la responsabilidad recae sobre el adoptante de la mascota.
Por lo tanto, se debe tener total consideración acerca del estado de ánimo que mantiene su mascota, bien sea observando detalladamente su comportamiento y actuar en consecuencia de sus actos.
Además, siempre se debe llevar tal cual como la ley lo dicta, para evitar cualquier tipo de inconveniente.
Es importante añadir que, cuando los perros son catalogados como razas potencialmente peligrosas, es necesario que utilicen los medios de retención adecuados, además de un bozal de seguridad cuando estén en la calle.
De esta forma, la responsabilidad civil puede no llegar a afectarle en situaciones que no puede controlar totalmente, por ejemplo, que alguien se acerque a acariciar a su perro sin su aprobación o consentimiento.
